sábado, 3 de agosto de 2013

UNA TRISTE NOCTICIA...

Hoy actualizo con una espina clavada en mitad de la garganta. Para poneros sobre antecedentes... El pasado 13 de Marzo de 2013 visité la casa de mi vecino de atrás en Jacarilla, Cándido, un anciano de, por entonces 94 años, que luchó en la guerra civil en el bando republicano, y estuvo en algunos de los momentos que más han trascendido de la época. Un hombre que se pasó largos años encerrado en campos de concentración franceses, y cárceles españolas o batallones de castigo militrares. Fui aquella mañana a su casa a intentar anotar cuanto pudiera de esa tormentosa vida y, de ser posible, hacer un cómic de sus vivencias.
Con la ayuda de su hijo Cándido, que me proporcionó fotografías antiguas y documentación, logré organizar a grosso modo la cronología de su padre, y a partir de ahí, realicé un proyecto que incluía portada, diseños de personajes, y 3 páginas acabadas.
Intenté encontrarle editor (tanto españoles como franceses) en el pasado Salón del Cómic de Barcelona donde sólo Ricardo Esteban, de DIBBUKS se interesó (aunque semanas después, tras valorar con el equipo el proyecto, éste no llegó a ningún sitio), además de haberlo enviado a otras editoriales por mail, sin demasiada suerte... Así que, tuve que dejarlo de lado por el momento, y centrarme en otros proyectos urgentes con plazos de entrega, como el cómic Miguel Hernández, La Fontana Eterna.

Pero a pesar de nuestros esfuerzos, y aunque alguna editorial hubiera accedido a publicar el cómic sobre Cándido (que acabó titulándose Y ya no vi la Libertad...), el protagonista del mismo no habría podido llegar a verlo impreso, pues hoy he recibido una llamada de mi padre diciéndome que (no sé si esta mañana, o anoche) Cándido ha fallecido, a sus 95 años de edad.

Desde aquí lanzo mi más sentido pésame a su familia, en especial a su hijo Cándido, por su implicación activa e inestimable ayuda con el proyecto.

Para mí, es una derrota, no haber logrado enseñarle a ese hombre el cómic que se basaría en su vida y que tanta gente podría leer, y enseñarle que hay gente que agradece sus esfuerzos, que comparte sus ideas. Espero que algún día esta obra pueda ver la luz, pero, por el momento, me conformaré con al menos haberle podido entregar a su hijo un guión esquematizado de lo que pudo ser su vida, más o menos ordenada (hubo que corroborar fechas y momentos y cambiar algunas, ya que el pobre hombre, por la edad, apenas recordaba nada claro). También me alegro ahora de haber podido colar a Cándido en una viñeta de Miguel Hernández, La Fontana Eterna, ya que una de sus vivencias hablaban de cómo coincidió con Miguel en el Reformatorio de Alicante y cómo él, junto a otros presos, cedían su comida para el poeta ya convalecía y se encontraba débil.

Quiero agradecer a Cándido que me dejara entrar en su vida, ahondar en sus recuerdos, y hurgar en sus heridas. Hoy, a modo de homenaje, os dejo la portada del cómic que, espero, algún día pueda publicarse, y los diseños de personajes.
Portada de "Y ya no vi la Libertad".


































Diseño de Personajes.
Cándido en el Campo de Prisioneros de Agde (Hérault), 1939.

¡HASTA SIEMPRE, CÁNDIDO!