Creo que el día 30 de Abril fue el último que os escribí hablando del proceso de "Miguel Hernández, La Fontana Eterna". En dicha entrada os comentaba que había terminado de entintar el tercer capítulo (que corresponde al capítulo número 4, "El Rayo que no Cesa") y que iba a ponerme con el capítulo número 3 (el cuarto capítulo), "Elegía".También os decía que en un par de días quería escribiros anunciando que ya estuviera terminado.
Bien, el hecho es que se me agotó la tinta china justo a la mitad de "Elegía" (en la tercera página). Fui el viernes a comprar más a mi tienda habitual, pero no tenían. De modo que he empleado el final de la semana pasada en avanzar con los lápices. Y ha sido productivo. Entretanto he dibujado los capítulos 5 y 6 (Correspondientes a "No dejar solo a ningún hombre" -una crónica escrita por Miguel en la guerra, contando un suceso, cierto o no, en el cual vuelve en plena retirada a socorrer a un compañero herido- y "El Homenaje", respectivamente -éste último iba a presentar de fondo el poema "Sentado sobre los muertos" pero ahora se debate entre dos posibilidades, "Jornaleros" y "Campesino de España", ambos del libro "Viento del Pueblo".
Yo, tanto con los proyectos como con muchos aspectos de mi vida, soy un animal de costumbres, y cuando me sumerjo en un proceso, me cuesta mucho cambiar a otro a no ser que me sature del anterior, de modo que, teniendo en cuenta que ya solo quedan 3 capítulos por dibujar, lo más probable es que me dedique a dejarlo todo dibujado para después entintar del tirón los 5 capítulos y medio que habrá a lápiz.
Si todo va según lo previsto, para el viernes que viene, día 10, la parte del dibujo y tinta del cómic estará terminado, y me dedicaré por entero (con la ayuda de mi colaboradora habitual, Marina) a los procesos de retoque, color, sombras, introducción de textos,... Por mi experiencia, la etapa más agotadora y revientaespaldas de todas... ¡Deseadme suerte!
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